En esta semana se cumple el tercer aniversario desde el inicio de la pandemia del Covid19.
Detrás de este evento, hay un dato no menor para el mercado de financiamiento PYME, el cual provocó una reconversión completa en el mismo.
Para poner en detalle, durante el mes de febrero se dio una particularidad en el volumen de negociaciones de activos de financiamiento PYME y es que casi el 100% de los mismos fueron instrumentos digitales.
Concretamente, según el Mercado Argentino de Valores (MAV), el 99% del volumen operado durante el mes de febrero fueron instrumentos de financiamiento PYME digitales.
Es decir, el mercado abandonó completamente los instrumentos físicos y opera casi en un 100% de manera digital.
El dato no es menor ya que antes de la pandemia era lo opuesto, con casi 0% de instrumentos operado digitalmente.
Por lo tanto, en exactamente tres años, el mercado de financiamiento PYME se reconvirtió a un mercado 100% digital.
La pandemia implicó un cambio radical para las empresas. Por un lado porque, si bien la economía cerrada y los bancos sin abrir, las empresas necesitaban seguir accediendo a financiamiento.
Por otro lado, por cuestiones de seguridad e higiene, la operatoria física representaba un riesgo para la salud de los empresarios, con riesgos de contagiarse de COVID en aquel momento.
Luego, cuando las PYMES vieron lo sencillo y accesible de tal financiamiento, decidieron mantenerse en el mismo, abandonando el mundo físico y permaneciendo en el digital.
Según datos del MAV, en el mes de febrero se negociaron un total de $115.630 millones en instrumentos digitales. Si bien representó una baja estacional del 10%, en términos interanuales se registró un crecimiento de más del 320%.
Las Pymes abandonaron la confección de pagarés y cheques físicos así como también la utilización de chequeras, para pasar a usar exclusivamente cheques digitales.
Es decir, queda en evidencia que, gracias a los beneficios de la digitalización, la utilización de los cheques y pagarés físicos tiende a su desaparición.
Ya casi no hay activos que se operen de manera física, lo cual termina siendo una muy buena noticia para las PYMES ya que la digitalización de los procesos y del acceso al financiamiento colabora con la agilidad, seguridad y transparencia del mismo.
A partir de la digitalización de los instrumentos de financiamiento PYME, las empresas logran mayor seguridad. Esto quiere decir que se evitan extravíos en los cheques o siniestros, tales como robos.
También se evitan errores de confección y gastos para corregirlos. Por otro lado, suelen ser más seguros ya que, al ser 100% digitales se puede conocer con certeza su trazabilidad.
Por lo tanto, que hoy la operatoria de activos de financiamiento PYME sea 100% digital representa un logro y un avance para el mercado doméstico y una buena noticia para las pequeñas y medianas empresas.