Capital de trabajo versus inversión: los múltiples motivos por los cuales las Pymes se financian en el mercado

Las Pymes suelen buscar financiamiento en el mercado de capitales para dos tipos de necesidades: aquellas que son de corto plazo y aquellas que son de mediano y largo plazo.

En términos generales, las necesidades financieras de corto plazo suelen ser conocidas como gastos de capital de trabajo, mientras que las erogaciones correspondientes a destinos a mediano y largo plazo son consideradas inversiones.

Por lo tanto, previo a la búsqueda del financiamiento, las Pymes deberán tener en cuenta a qué plazo será aplicado el mismo de modo de poder emitir (o descontar) instrumentos para que la devaluación (o recibimiento) del capital del mismo sea matcheado con la aplicación de los fondos.

Cuando se habla de inversiones a mediano plazo, las mismas pueden ser aplicadas para comprar maquinarias, inmuebles, o campos.

Los fondos también pueden ser adquiridos a mediano plazo para abrir una nueva unidad de negocio dentro de la compañía, incrementar el stock de materiales, abrir una planta nueva o comprar bienes muebles, tales como automóviles.

En general, para esta clase de inversiones, las Pymes suelen emitir instrumentos a un plazo más largo, tales como obligaciones negociables o pagarés.

En cambio, cuando las necesidades son más de corto plazo, las Pymes suelen utilizar el descuento de cheques de pago diferido o de facturas de crédito electrónicas.

En ese caso, los fondos tienden a ser aplicados a capital de trabajo, es decir, gastos de corto plazo, tales como pagar a proveedores, hacer frente a los sueldos de los empleados o aguinaldos.

También puede ser aplicado al pago de alquileres de oficinas o plantas, cuestiones impositivas, entre otras.

Por lo tanto, cuando las pymes necesitan financiarse en el mercado, previo a ello deberán definir en detalle como y cuando aplicarán esos fondos.