En medio de un escenario adverso para las pequeñas y medianas empresas (PyMES), el acceso a financiamiento es clave para que estas compañías puedan permanecer y desarrollarse en el tiempo.
Los instrumentos más utilizados por las compañías para financiarse en el mercado de capitales es el descuento de cheques y los pagarés bursátiles dólar linked.
A su vez, los participantes que demandas los instrumentos que emiten las Pymes son generalmente, los fondos comunes de inversión y que invierten en su mayoría, las compañías de seguros.
Sin embargo, estos participantes del mercado no se dedican especialmente a analizar los balances y la situación financiera de cada Pyme.
A la hora de comprar un instrumento que emiten las pequeñas y medianas empresas lo hacen en base a la garantía que tenga la Pyme detrás.
Es decir, lo que más le importa al inversor que posee instrumento Pyme es que esta no incurra en un default el mismo.
Y para ello, la clave pasa por la garantía que la Pyme tenga y que, en el caso en que incurra en un incumplimiento, cuente con un seguro de que igualmente va a cobrar el compromiso financiero detrás del activo que la Pyme emitió.
De esta manera, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), cumplen un rol clave para que las Pymes se puedan financiar brindando avales para respaldar los préstamos y/o cheques o pagarés bursátiles que decida negociar la empresa en Bolsa a través de cualquier ALyC (Agente de Liquidación y Compensación).
Por lo tanto, si la Pyme llegase a defaultear el activo que emitió en el pasado, el fondo común de inversión igualmente cobraría ya que respondería la SGR a dicho incumplimiento.
Por definición, las SGRs son entidades financieras que tienen como objetivo principal facilitar el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas. Una SGR no presta dinero: emite garantías hacia los acreedores de la PyME, brindando mejores opciones de plazo, tasa y condiciones de crédito.
La entidad de crédito se ve beneficiada porque la PyME, al contar con el aval, representa un deudor sin riesgo, lo que abarata, a su vez, el costo del crédito para la empresa. Si la operación financiera resulta fallida, la SGR es quien responde al pago de la deuda.
Esto hace que el rol de la SGR en el mercado sea clave para dinamizar el financiamiento de las Pymes.