Se ha notado en la economía argentina un aumento en la mora de los consumidores y un deterioro también en los balances de las pequeñas y medianas empresas.
Esta dinámica fue advertida por la calificadora de riesgo Moody´s y pone el ojo en especial sobre los fideicomisos financieros.
Las tasas reales se incrementaron fuertemente en 2024, desde niveles históricamente bajos.
La TNA promedio ponderado de los préstamos personales originados por Proveedores No Financieros de Crédito (PNFC) alcanzó su máximo en dic-2023, y muestra desde entonces una tendencia decreciente. No obstante, dado que las tasas bajaron a un ritmo menor que la inflación, las tasas reales se incrementaron fuertemente
En paralelo, la relación deuda media-salario se ha incrementado fuertemente a partir de la segunda mitad del 2024 (+72,0% entre ene-2025 y jun-2024), alcanzando niveles similares a los de 2018.
Bajo todo este panorama, y en un reciente informe de Moody’s Local Argentina advierte que espera que la morosidad crezca en lo que queda del corriente año.
En esa línea, proyectan que la morosidad avanzará hasta que los niveles de tasas reales positivas se reduzcan y los salarios muestren una tendencia sostenida de recuperación.
En esa línea, y teniendo en cuenta esta dinámica, entre otros factores, desde Moodys advierten desde la calificadora que también se verán afectadas las carteras de créditos originadas por Entidades Financieras (EF), con especial foco en los fideicomisos.
“El deterioro en el desempeño de las carteras de consumo pondrá a prueba los mecanismos de mejora crediticia de las securitizaciones locales. En general, los tramos más sénior y con mejor calidad crediticia cuentan con protecciones estructurales diseñadas para absorber el deterioro potencial de las carteras subyacentes bajo distintos escenarios de estrés. Sin embargo, el deterioro esperado de dichas carteras implicará mayores niveles de pérdida, los cuales serán absorbidos -en primer lugar- por los tramos más subordinados en aquellas estructuras con esquemas de pagos secuenciales”, dijeron.
Por lo tanto, un contexto de mayor morosidad podría afectar la tendencia y desarrollo de los fideicomisos, e incluso ponerlos a prueba.
Un fideicomiso es un contrato mediante el cual una persona (fiduciante) transfiere la propiedad de bienes a otra (fiduciario) para que este los administre en beneficio de un tercero (beneficiario) o del propio fiduciante, cumpliendo con las condiciones establecidas en el contrato.
La morosidad en los fideicomisos financieros se refiere a la dificultad o incapacidad de los deudores para cumplir con sus obligaciones de pago dentro de los términos establecidos en el contrato de fideicomiso. Esta situación puede afectar la rentabilidad y el flujo de efectivo del fideicomiso, generando riesgos tanto para los inversores como para el fiduciario.
Los fideicomisos financieros suelen contar con estrategias para manejar la morosidad, como la renegociación de términos, la ejecución de garantías (si las hay) o la venta de activos para cubrir las pérdidas.

